En el marco de esta crisis global, los candidatos se preguntan qué se espera de ellos y con qué parámetros serán evaluados durante su entrevista de trabajo. Aquí, especialistas destacados del mercado dan sus respuestas.
Muchos candidatos sienten que las entrevistas laborales son como una primera cita: todos quieren hacer el mejor papel. Por eso, aunque la demanda de personal se contrajo, hoy más que nunca es necesario conocer qué esperan los selectores para que el entrevistado pueda lucirse y evitar pasos en falso.
En épocas de crisis, más que nunca, los entrevistadores se convierten en detectives de la personalidad. La primera pista la da el CV. "Brinda información básica que el selector profundizará en la entrevista para descubrir tipos de pensamiento, estilo comunicacional verbal y no verbal, empuje, potencial, influencia y percepción de la autoridad, de los pares y subordinados", dice Alicia Serrano, directora de F& C Consultores y Asociados.
Según Amalia Vanoli, presidenta de Tiempo Real Consultores, ser flexible para actuar en un mercado con cambios inesperados; ser creativo y esforzado, con capacidad para trabajar en equipo; resolver problemas y tener un espíritu positivo que permita hacer más con menos son cualidades fundamentales en estos momentos. "Además se aprecia mucho la corrección al hablar. Hoy en el lenguaje coloquial se usan palabras que, pronunciadas durante una entrevista, evidencian falta de ubicación", agrega.
Para Alejandro Ferrazzuolo, gerente de Select Executives, es clave demostrar gran capacidad de trabajo y habilidad para manejar varios temas simultáneamente. Según Serrano, el quid es la templanza. "Es la capacidad de evaluar las situaciones sin los temores o preconceptos que el contexto crítico nos impone. Esto no significa ignorar la situación, sino ubicarla. También permite reflexionar sobre caminos alternativos, midiendo riesgos y considerando posibilidades", define.
"Nadie quiere quejosos o críticos negativos. En todo momento las personas deberían estar capacitándose en nuevos aprendizajes. La seguridad es otra cualidad relevante", asegura Carlos Urso, director general de PM Value.
En la otra vereda, Carlos Valeiro, director de Selección y Desarrollo de Serial de la Torre, opina que es un error seleccionar colaboradores haciendo hincapié en sus competencias relativas a la crisis. Las organizaciones tienen determinados recursos, estilos organizacionales y culturas que le son propias, y la selección debería seguir esa línea. "Esto es básico para construir una relación productiva y duradera. Sólo adicionalmente es importante analizar cómo actuaría el postulante en un contexto desfavorable", destaca.
Unos 60 minutos
Una hora es el tiempo promedio de una primera entrevista individual, pero la evaluación comienza antes. Por eso, aunque parezca obvio, los selectores recomiendan llegar en el horario pactado, ni mucho tiempo antes ni mucho tiempo después.
"Primero, un saludo cordial. El entrevistado debe mirar a los ojos durante la entrevista y no bajarlos ante ninguna pregunta del interlocutor. Conviene evitar los movimientos nerviosos con las manos y responder todas las preguntas de modo conciso y directo, sin grandes rodeos verbales", enumera Claudia Maestu, directora de ETT Faster.
La sugerencia es no extenderse en anécdotas que alejen del núcleo de la pregunta del consultor, ya que el tiempo es limitado, y hacer un relato ordenado de conocimientos y experiencias con precisión y seriedad. "El selector es una persona y puede distraerse. Hay que captar su atención y responder rápidamente", aconseja Ferrazzuolo.
Los candidatos suelen dudar acerca de si es correcto preguntar mucho durante la primera entrevista laboral. Los selectores aseguran que es bueno hacerlo tanto para aclarar información recibida como para ampliarla. Además, en muchos casos las consultas demuestran interés de su parte.
Lo que no hay que hacer
Las entrevistas grupales tienen reglas diferentes. Su objetivo es conocer la forma de interrelación del entrevistado, cómo trabaja en equipo, habilidades de comunicación y liderazgo. "Es importante hablar en el momento en que uno tenga algo novedoso para decir, cuando lo que se diga sea realmente un aporte. También, escuchar atentamente a los otros integrantes del grupo y respetar las consignas propuestas. Concretamente, el candidato debe evitar levantar el tono de voz; repetir conceptos ya vertidos por otro integrante; señalar a un compañero; gesticular ampulosamente, y confrontar de modo agresivo", recomienda Maestu.
Aunque no hay recetas mágicas, los consultores reconocen que no toleran ciertas situaciones. Detectar mentiras o inconsistencias en el relato está entre las más graves. Asimismo, que el individuo eluda hablar de él mismo, que tome notas de la entrevista, que sea soberbio o muestre exceso de confianza.
También es contraproducente hablar de manera negativa de la empresa en la que se trabaja o trabajó anteriormente. "Esto genera dudas sobre su capacidad para sobrellevar y superar situaciones complejas", asegura Vanoli.
No hay una fórmula para tener éxito, pero los profesionales consultados coinciden en que lo mejor es ser sincero, y recuerdan que el encuentro no pretende juzgar actitudes, sino conocer la experiencia de vida del entrevistado.
ESAS PREGUNTAS DIFÍCILES DE CONTESTAR
En las entrevistas laborales siempre hay alguna pregunta temida. Valeiro, de Serial de la Torre, menciona algunas: las que proponen pensar en temas no cotidianos y habitualmente no analizados por el postulante; sobre el ámbito emocional o familiar profundo; sobre problemas vitales, como enfermedades, duelos y separaciones, por ejemplo.
En el escenario laboral, lo más difícil para los candidatos es hablar respecto de la causa por la que se dejó el trabajo anterior. "Aun hoy, después del 2002, que marcó una gran cantidad de CV con un despido, hay algunos candidatos que lo viven de forma negativa, como un fracaso, y les cuesta hablar en forma objetiva al respecto", explica Vanoli, de Tiempo Real.
Hay quienes se paralizan cuando se les pide que nombren alguna debilidad en su trabajo. "En cierto modo es una trampa, porque si la persona dice que no tiene defectos, resulta poco creíble, y si se explaya mucho sobre los mismos, quizá vulnere seriamente su imagen como candidato. En función de lo descripto, es conveniente que el postulante comunique alguna debilidad, pero que no resulte central o invalidante en el terreno laboral", aconseja Valeiro. Urso, de PM Value, sugiere que en esos casos es conveniente que ese exponga qué se está haciendo para disminuir esa debilidad. En concreto, qué acciones tomará y en cuánto tiempo.
"Hoy se hacen entrevistas, que se llaman de incidentes críticos, que no plantean situaciones hipotéticas, sino reales. Por ejemplo, para hablar de liderazgo se pide al candidato que cuente su experiencia en una situación en la que debió despedir a alguien por mal desempeño, y se hacen preguntas al respecto. Es más difícil inventar sobre una historia real", explica Ferrazzuelo, de Select Executives.
Marilina Esquivel
Fuente: LA NACION